La vitamina D es necesaria para el crecimiento y desarrollo adecuado de los huesos en los niños. La lactancia materna es la mejor forma de nutrición para un bebé en los primeros meses después del nacimiento. Sin embargo, la cantidad de vitamina D en la leche humana puede no ser suficiente.
El microbioma intestinal, como colección de genomas de todos los microbios que habitan en los intestinos, es un elemento importante para mantener el bienestar de nuestro cuerpo desde el nacimiento.