La suspensión tiene un efecto antipirético y analgésico, principalmente debido a la inhibición de la actividad de la prostaglandina ciclooxigenasa en el sistema nervioso central. No tiene efecto antiinflamatorio y no afecta la función plaquetaria. Después de la administración oral, se absorbe bien en el tracto gastrointestinal, alcanzando una concentración máxima en la sangre en unos 30-60 minutos. Penetra en fluidos corporales y órganos internos.